El (primer y) último escrito del año
Llevo tiempo dándole vueltas a comenzar un nuevo blog, esta vez, alojado a mi manera, lejos de cualquier otra plataforma. Con ello espero ser un poco más constante en mis escritos. ¡Veremos! Así que me puse a ello y pensé que qué mejor momento que empezar que en el colofón de este fantástico año. Y aquí estamos.
Vaya año. No voy a ponerme a enumerar los mil y un momentos para el recuerdo que hemos atesorado en 2020. Para eso ya tenéis los informativos y los recopilatorios de más allá de la media noche. Me quedaré con lo bueno. 25 libros que he tenido bien a leer (pulverizando récords de otros años) algunos de los cuales quisiera comentar, muchos aprendizajes, proyectos que comienzan y otros que acaban… en fin. Un crisol de buenos y malos momentos, noticias y situaciones.
Comienzo el año con este mini proyecto. A ver qué tal queda. Huelga decir que la elección del tema, los aspectos estéticos y la redacción del primer contenido a publicar se han llevado la mayor parte del esfuerzo.
Quotes of the year (2020th version)
If you look into an abyss for too long, you risk having the abyss gaze back into you
Nietzsche
All great men are play actors of their own ideal
Nietzsche
Llevo tiempo leyendo algunos libros y consultando a autores que no cesan de mencionar a algunos de los autores más representativos en sus campos. En el caso de Nietzsche, extraje estas citas de terceros que me las hicieron conocer. En cualquier caso muy representativas. Acerca de la mirada hacia el vacío, me hizo reflexionar acerca de cómo uno termina transformándose en lo que ve, en cómo actúa. Somos esponjas de nuestros entornos, a fin de cuentas.
Por otro lado, la última cita me parece muy acertada y quizá debiera ser un mantra. La superación, el camino hacia la mejor versión de uno no deja de ser una actuación en la que reflejamos aquéllo que (aún) no somos.
The hero of yesterday becomes the tyrant of tomorrow, unless he crucifies himself today
Joseph Campbell
Más allá de las interpretaciones teológicas, el héroe que se transforma en villano porque no supo renunciar a su divinidad a tiempo, es una fábula recurrente en la literatura. Me hace pensar en cómo el éxito y el poder pueden transformarte en algo que has estado evitando e incluso combatiendo.
There is no sense in having laws unless you have policemen
Ray Dalio
Este año tuve a bien leer Principles: Life and Work. Ameno, ligero y directo. Quizá fue la frase que más me chocó de todo el libro. No deja de ser cierto. Uno se puede remitir a las pruebas más recientes para darse cuenta que el hecha la ley, hecha la trampa es una constante (y más aún dependiendo en qué culturas y sociedades).
[…] la característica privilegiada es siempre la misma: la posesión del ocio, como única gran recompensa de su condición
Isaac Asimov
[…] porque el hechizo de poder nunca suelta del todo a su presa
Isaac Asimov
Citas extraídas de su trilogía de La Fundación. He de decir que sigo leyendo a Asimov, ahora como historiador (y espero colgar algo de ello próximamente) y me fascina su visión tan certera del mundo. Fundación me pareció una obra maestra con tantas lecturas como civilizaciones e historias de éxitos y fracasos. Perlas como estas son las que me hicieron subirlo en mi clasificación.
No hay nada como volver a un lugar que no ha cambiado para darte cuenta cuánto has cambiado tú
Nelson Mandela
No recuerdo en qué momento me crucé con esta perla de Mandela, pero ha venido a mi mente varias veces a lo largo de este año. No hace falta que haya pasado una eternidad desde tu última visita a cierto lugar para darte cuenta de cómo has cambiado. Hay veces que cambias por completo en cuestión de meses, incluso de días. Regresar a los sitios, físicamente o en tu memoria, es encontrarse con uno mismo entonces. Te miras en el pasado con nostalgia, imaginando qué le dirías a ese joven tú en ese momento que permanece anclado a ese sitio.
A veces tomas la decisión correcta. A veces haces que la decisión sea acorrecta
Phil McGraw
No recuerdo cómo llegó hasta mí el señor McGraw pero me pareció una frase valiente, digna de recordar.
Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro
Ramón y Cajal
Y si lo dice quien más supo en su momento de ello no creo que quepa lugar a duda. Al igual que en tu cuerpo se acumula materia por un lado y se pierde por el otro y con una buena alimentación y algo de ejercicio podemos revertir el estado, igual ocurre con la mente. Ser un escultor o arquitecto de tu cerebro es una frase muy potente. Implica imaginar cómo quieres que sea tu mente y después, tener un plan para llegar hasta ahí. Quizás nunca seamos un medallista olímpico en atletismo, pero no quita que gocemos de buena salud.
Who you are, what you think, feel, and do, what you love – is the sum of what you focus on
Winifred Gallagher
I’ll live the focused life, because it’s the best kind there is
Winifred Gallagher
Al final del año comencé a investigar el mundo del Mindfulness y creo que las citas de esta autora vienen de por ahí. Un mundo fascinante, poco estudiado y minusvalorado, que encaja perfectamente con la anterior cita de Ramón y Cajal. La palabra concentración adquiere un nuevo significado, más allá de centrarse delante de un libro… Enfocarse en lo importante, como principio universal.
Y nada más. Creo que todos hemos grabado en nuestra memoria este 2020 convulso, atípico y duro y para mí no ha sido una excepción, todo lo contrario. Ha sido un caos tremendo que ha agitado mi mundo como yo nunca pensé que se podía tambalear, y fruto de ese caos hace una nueva realidad. Han cambiado objetivos, direcciones y puntos de vista. He tomado decisiones y la vida me ha llevado por un sendero diferente al que yo tenía pensado cuando comenzó el año. Un recordatorio más de la fragilidad que nos rodea, de cuán efímero es todo, de cómo una vida cambia en una fracción de segundo y que el hacer planes es nuestra misión, pero luego es la realidad de la propia existencia la que te conduce allá donde tiene a bien. Reverte lo ilustra muy bien en un artículo de su semanal:
Ten presente, siempre, que cuando un general romano obtenía una gran victoria y desfilaba en triunfo por la capital, en la cuadriga, tras él, iba un esclavo público que sostenía sobre su cabeza una corona de oro, repitiéndole una y otra vez al oído: «Recuerda que sólo eres un hombre». Recuerda que eres mortal.
Aplíquese, Humanidad.